miércoles, 12 de junio de 2019

12- Consecuencias de la Revolución Lanar


    1.  Se repobló el campo y la estancia porque se necesitaba mucho más personal para cuidar de las ovejas (casi 5 veces más).
    2.       Sedentarización de la población rural.
    3.       Se produjo la cría conjunta de vacunos y ovinos aumentando la riqueza de los hacendados.
    4.   Se fortaleció la clase media rural porque en menor extensión de tierras y aún en tierras poco fértiles se podía criar mayor cantidad de lanares que de vacunos, haciendo al campo más rentable.
    5.       Ofreció al inmigrante las posibilidades de ascenso social, pues a cambio de sus conocimientos en el manejo del lanar, pudo de a poco ir adquiriendo su propio establecimiento.
    6.       El productor ahora va a exigir al gobierno “paz y orden” para cuidar su ganado de las matanzas indiscriminadas.
    7.       Se “quebró la edad del cuero”, ya que antes la exportación del Uruguay se basaba en dos productos: tasajo y cuero.
    8.       Se diversificaron los mercados compradores, Inglaterra, Francia y Bélgica.
    9.       Se estableció la estancia-empresa, principalmente en manos de extranjeros.




11- Primeros pasos de la Modernización en el Uruguay


La revolución del lanar 1860-1900

Luego de la Guerra Grande el censo de 1852 señaló una modesta existencia de ovinos. Apenas 800.000, y de ellos sólo un 16% eran mestizos. […] la Guerra Grande había paralizado los progresos de refinación e importaciones de ovinos de raza de Europa e incluso se perdieron majadas enteras refinadas y reproductores que habían costado mucho dinero a sus importadores, algunos estancieros europeos. En 1860 la existencia se ha recuperado mucho, llegando a tres millones de cabezas, fundamentalmente debido a esos años de paz. Pero el salto cuantitativo que dio entre 1860 y 1868. En este último año es probable que el stock ovino nacional alcanzara a los 16 millones de cabezas. Además, como al término de la Guerra Grande se reanudó la importación de sangre finas de Europa, la mestización con carneros merinos franceses y alemanes hizo subir el promedio de rendimiento de lana por cabeza, de aproximadamente 500g a [1.150 kg] hacia fines de la década del 60. Esa lana ya tenía cierto nivel de calidad que empezó a ser conocido en Europa y por lo tanto se abrió otro rubro exportable para la producción agropecuaria uruguaya.



Causas de la expansión

Varias causas se conjugaron para que el lanar se expandiera por toda la República y para que faboreciera la producción de lana. En primer lugar una fuerte demanda uruguaya. A medida  que avanzaba el siglo XIX la producción de las naciones europeas que se dedicaban a la industria textil se hizo cada vez más insuficiente. Inglaterra, Francia, Bélgica, apenas si podían alcanzar a cubrir el 44% de lo que la industria británica necesitaba, o el 27% de lo que necesitaba la francesa. Recurrir a los lugares donde podía producirse lana de buena calidad y barata, se hizo un imperativo para los industriales europeos.
En la década del 60 también ocurrió un hecho que nos favoreció. La Guerra de Secesión de los Estados Unidos (1861-1865) anuló el envío de algodón americano a Europa. Desprovista de una de las dos fibras textiles que alimentaban a su industria, Europa tuvo que volcarse necesariamente a la compra de lana en mucha mayor cantidad que hasta ese momento.
[…]. Los estancieros criollos se fueron acercando al lanar cuando observaron que sus pares extranjeros radicados en el país, acometían su explotación con buenos resultados económicos. Lo que primero fue visto por los criollos como un trabajo de “gringos” (la cría de ovinos), pronto se les presento como un buen negocio. Sobre todo cuando, […], la abundancia de ganado vacuno había llevado a que de él sólo se valorara el cuero. La cría vacuna por un lado y el hecho de que el ovino complementara, sin sustituirlo, al vacuno, tanto en el consumo de los pastos como en las eventualidades comerciales, hizo que su exportación se generalizara en la República.
 El ovino fue visto como una especie de seguro climático y económico. Cuando había sequía y el ganado vacuno podía morir, el ovino resistía mejor. Algo semejante ocurría en el plano de la comercialización: años en que bajaba el precio del cuero, subía el de la lana; y a la inversa, años en que podía decrecer el precio de la lana, mostraban cotizaciones favorables para el cuero vacuno. La dificultad del nuevo rubro de explotación convenció a los estancieros criollos de las ventajas de la cría del ovino. Ello explica la generalización de la cría de la especie en todo el territorio nacional.